Os avisamos por adelantado: el pasado del país del sol naciente es largo y alberga horrores pero también muchas cosas tó guapas, o mejor dicho tó kawaii. Nos estuvimos planteando muy seriamente si hacer o no este post sobre la historia de Japón, y es que reunir en unos cuantos párrafos algo tan complicado puede parecer una locura. Pero como nos va la marcha (ay Dios mío, que calvario) aquí tienes un (no tan) breve resumen de la historia de Japón, dividida por épocas y periodos. Suerte 😉
Contenido que vas a encontrar
Lo bueno es que se puede agrupar fácilmente en 5 épocas:
- Prehistórica
- Antigua
- Medieval
- Moderna temprana
- Moderna
Lo malo es que cada una de ellas tiene diferentes periodos.
Cuando se habla del pasado de Japón hay que destacar 2 situaciones claves. Por un lado la cercanía con Corea y China, paises que ya veremos están bien conectado con Japón y por otro su aislamiento prolongado durante un periodo de su historia, aislamiento que provocó que su identidad cultural fuera una de las más fuertes e interesantes de todo el mundo. Pero no hagamos spoilers y vayamos paso por paso…
¿Listo para repasar la historia de Japón? Vamos a ello:
Época Prehistórica (Senshi) 13.000 a.C.– 710 d.C.
Se divide en 3 periodos: Jomon, Yayoi y Kofun
Periodo Jomon (12.700 – 400 a.C.)
Las primeras pruebas de vida datan de alrededor del año 13.000 a.C. (se sabe por el descubrimiento de cerámicas), aunque se da por hecho que Japón fue habitado incluso antes, al estar conectado por tierra con China y Rusia. Se conoce a este periodo como Jomon por el uso de la cerámica en la vida cotidiana de las primeras tribus nómadas que vivían en la zona nordeste de Japón.
Damos un salto en el tiempo hasta el año 660 a.C. en el que se inicia el reinado de Jinmu Tenno. Es considerado el el primer emperador de Japón y el fundador del país, sin embargo no hay pruebas históricas fehacientes de su verdadera existencia, por lo no va más allá de leyenda. De hecho, se supone que fue descendente de la mismísima Amatersasu (Diosa del Sol y creadora de Japón).
Periodo Yayoi (400 a.C – 300 d.C.)
El periodo Yayoi se caracteriza por los contactos con Corea (que a su vez estaba muy influenciada por China). Fue entonces cuando se incorporó el uso de metales, el desarrollo de las primeras formas de agricultura, y por consiguiente, el inicio de una vida menos nómada.
Curiosidad: podemos conocer la existencia de las primeras jerarquías de esta época gracias a los kofun (tumbas), muy distintas entre personas, hecho que sugiere que no todos eran iguales, incluso en aquella época tan temprana.
Periodo Kofun (300 – 710 d.C.)
La sociedad japonesa se va volviendo cada vez más compleja y la adopción de creencias y rituales son ya comunes entre la población (siendo el culto del sintoísmo el más extendido). China es el modelo a seguir, especialmente en el ámbito científico y tecnológico. También comienza a difundirse el uso de la escritura. Se estima que en esta época convivieron unos 100 reinos diferentes, con el clan Yamato como uno de los más importantes.
Época Antigua (Kodai) 710 – 1185
Se divide en 2 periodos: Nara y Heian.
Periodo Nara (710-794)
Si bien fue relativamente corto, este periodo histórico tiene gran importancia histórica. La creación de una capital permanente (en Nara) nos catapulta a una nueva época, caracterizada por la difusión del budismo y del confucianismo y la creación de los primeros templos religiosos como el Todai´ji, que todavía se puede visitar y que data del año 745. También fue cuando se escribieron grandes obras literarias que llegaron hasta nuestros días, como el Kojiki, el libro más antiguo que habla de la historia del país. La influencia China era aún enorme.
Periodo Heian (794-1185)
En el año 795 el emperador Kammu decidió trasladar la capital a Heian-kyo, ciudad que mantuvo este privilegio durante unos 1.000 años (casi ná). Seguramente este nombre no te diga nada pero ¿y si te decimos que es la actual Kioto? Fueron años de florecimiento de una cultura cortesana, que provocó un desarrollo en las bellas artes como la literatura, la música y la poesía.
También en esta época empieza a delinearse la futura sociedad feudal del país, en la que el emperador perderá cada vez más poder en favor de la aristocracia, especialmente el Clan Fujiwara.
Comienza también a surgir una clase guerrera que cambiaría la historia de Japón: los samuráis, que los señores feudales (daimyos) contrataban para protegerse. Y no iban mal desencaminados ya que, si bien la época Heian se caracteriza por ser tranquila y pacífica, sus últimos años estuvieron marcados por unas guerras civiles bastante cruentas (guerras Genpei). Long story short: la cosa estaba entre los clanes Minamoto y Taira. Ganan los Minamoto y establecen algo novedoso y revolucionario: el primer shogunato.
Época Medieval (Chusei) 1185 -1573
Se divide en dos épocas: Kamakura y Muromachi
Periodo Kamakura (1185-1333)
Empieza así la época medieval, con la llegada de una figura que modificaría las reglas del juego: el shogun. ¿Qué fue el shogun? Se podría definir como un jefe militar, vitalicio y hereditario, al que los daimyos (señores feudales) prometían fidelidad. Así que el shogunato (bakufu) es un gobierno militar-feudal basado en la lealtad entre señores feudales, vasallos y samuráis.
Los shogunes tenían un poder tan grande que eran los que gobernaban Japón de facto y no el emperador, el cual se transformó en una simple figura nominal y simbólica. El primer shogun fue Minamoto no Yoritomo.
Aquí abrimos un breve paréntesis para hablaros un poco más de los samuráis, unos hábiles guerreros fieles a sus señores que seguían un estricto código ético (bushido o «camino del guerrero«). Este se basaba en 7 virtudes: la justicia, el valor, la benevolencia, la cortesía, la honestidad, el honor y la lealtad. En este post te contamos 20 curiosidades sobre los samuráis (próximamente).
Un hecho histórico que podría haber cambiado el curso de la historia de Japón y que, sin embargo gracias a un tifón, no llegó a concretarse fue la invasión por parte del Imperio Mongol. Es entonces cuando se popularizó el término “kamikaze” que literalmente quiere decir “viento divino” y que protegió al país. Te suena porque es el mismo termino que se utilizó para denominar a los famosos pilotos suicidas japoneses.
Otra cosa a destacar es que la identidad nacional se hace más fuerte que en el pasado, mientras que la dependencia de China baja considerablemente.
Al final del Periodo Kamakura el emperador Go-Daigo intentó retomar el control del país, sin embargo fue traicionado por un general que le apoyó hasta entonces: Ashikaga Takauji, quien se autoproclamó nuevo shogun, dando comienzo al shogunato Ashikaga (y al Periodo Muromachi)
Periodo Muromachi (1333-1573)
Pero Go-Daigo no se rindió sin más, se trasladó a Yoshino y fundó la que la historia recordaría como “la dinastía del sur”, mientras Ashikaga reinaba en la “dinastía del norte”. Al no disponer ninguno de un poder militar dominador ni de grandes extensiones, se hicieron vitales las amistades y los acuerdos estratégicos con los diferentes daimyos, que gobernaban sobre pequeños territorios.
El sistema feudal está en pleno apogeo, así como la agricultura y el comercio, incluido el exterior (con la cercana China pero también por primera vez con los occidentales, a los que los japoneses llamaban “barbaros del sur”).
Es también la época en que el budismo zen más se extiende y se desarrollan ceremonias que perduran hoy en día, como el arte del arreglo florean (ikebana) o la ceremonia del té.
Por otro lado, debido a los altos impuestos, la gran mayoría de la población no estaba nada contenta y cada vez con más frecuencia se organizaron revueltas. A esto hay que sumar las crecientes disputas entre los daimyos. Resultado: Guerra Civil, que deja el país sin poder central efectivo y dividido en más de 200 “reinos” independientes.
Época Moderna Temprana (Kinsei) 1573-1868
Se divide en dos periodos: Azuchi-Momoyama y Edo.
Periodo Azuchi-Momoyama (1573-1603)
Lo más destacable de este breve periodo es la importante figura del daimyo Oda Nobunaga, que pone las bases de la reunificación del país. Al morir asesinado no pudo cumplir su objetivo, pero sí lo hizo su sucesor: Toyotomi Hideyoshi, en 1590.
Toyotomi también se recuerda por sus miras expansionistas, que incluyeron frecuentes invasiones a Corea.
Periodo Edo (1603-1868)
El Periodo Edo es uno de los más interesantes de la historia de Japón, y que se puede resumir con dos hechos clave: la restauración de la paz y el aislamiento del resto del mundo durante casi dos siglos.
Este periodo empieza con la llegada al poder de Ieyasu Tokugawa, que sucede Toyotomi Hideyoshi. Edo, la actual Tokio, es la ciudad elegida como nueva capital y que pasa en pocos años de ser un pueblo a una metrópoli en toda regla.
Ieyasu tenía claro que nada bueno se podía sacar del resto del mundo y que lo mejor era potenciar el aislamiento total del país (sakoku), como anteriormente había teorizado Toyotomi. Es a partir de 1630 cuando este aislamiento total se hace efectivo: nadie puede salir y nadie puede entrar. Los cristianos son perseguidos y los pocos extranjeros confinados en islas o deportados.
Durante el Periodo Edo nace el teatro kabuki, también la figura de las geishas, se popularizan los torneos de sumo (un arte que ya existía desde hace siglos), las calles se llenan de puestos de comida callejera… Nace por tanto la imagen que todos tenemos en la mente cuando pensamos en el Japón Medieval. Pero está claro que no todo era de color de rosa: la gente común sufría fuertes presiones fiscales y el descontento estaba a la orden del día.
Japón estuvo aislada hasta 1853, cuando la flota del comodoro Matthew Perry de la Armada de los Estados Unidos se plantó frente al puerto de Tokio y amenazó con usar la fuerza si el país no accedía a abrirse al comercio exterior, y por tanto terminar su aislamiento.
Si por un lado el aislamiento favoreció una fuerte identidad nacional, por otro también estancó al país impidiendo su desarrollo por lo que, sencillamente, Japón no podía hacer frente a las amenazas norteamericanas. Se firma entonces el Tratado de Kanagawa y, tras dos siglos, vuelve a abrirse al extranjero. Para muchos este es un momento clave ya que, implícitamente, Japón se auto-reconoce como un país débil.
Y aquí empieza un nuevo y gran conflicto: muchos son partidarios de quedarse tal y como estaban, pero muchos otros tienen claro que para seguir el camino del desarrollo de las otras potencias mundiales hay que pasar página, derrocar el shogunato y modernizarse de una vez.
Empieza entonces lo que se conoce como “Bakumatsu”, un periodo turbulento entre 1853 y 1867, en el que se enfrentan estas dos ideas:
- Por un lado tenemos a los partidarios de la apertura al exterior, liderados por Tokugawa Nariaki, que profesaba una gran lealtad hacia el emperador y que sabía que si Japón no abandonaba el sistema feudal no podría avanzar.
- Y por otro los que seguían apoyando el shogunato y el sistema feudal, liderados por Li Naosuke, que opinaban que Japón no tenía la fuerza suficiente para luchar contra las demás potencias. Eran partidarios de ceder a un limitado número de contactos comerciales, pero seguir con el sistema feudal para proteger la identidad japonesa y sus tradiciones.
Long story short: la estocada final al shogunato llega con la Guerra Boshin y la Batalla de Toba Fushimi, en la que los partidarios del shogun son derrotados a manos de los que apoyan la restauración imperial. Era noviembre 1867 cuando el shogun Yoshinou Tokugawa abdica , pone fin al shogunato (bakufu) y al aislamiento.
Curiosidad: si te gusta el anime y el manga, el personaje de Kenshin Himura (el asesino Battōsai) está ambientado en este periodo y es muy recomendable para entender algunas cosas.
Época Moderna (Kindai) 1868-2019
Se divide en 5 periodos: Meiji, Taisho, Showa, Heisei, Reiwa.
Periodo Meiji (1868-1912)
Con el fin del periodo Edo, acaba toda una señora época de la historia de Japón. El periodo Meiji es sinónimo de reformas y cambios: uno de los mayores fue el cese del poder feudal y consecuentemente muchos daimyos caen en desgracia. Pero no aquellos que habían sido fieles al emperador, que recompensados con nuevos cargos: príncipes, marqueses, condes, vizcondes y barones. Se creó un consejo de gobierno (dakojan) que apoyaba el emperador en la creación y aplicación de las reformas.
Edo pasa a llamarse Tokyo, se crea la moneda nacional (yen), se promulga la primera Constitución imperial (que estaría en vigor hasta 1947) y la educación se convierte en una de las prioridades del emperador y se decide hacerla pública obligatoria. También es en este periodo cuando nace la prensa tal y como la conocemos hoy. ¿No te está pareciendo entusiasmante la historia de Japón? *_*
El emperador Meiji Tenn (Mutsuhito) tiene claro que, no solo es bueno abrir el país al exterior para aprender de Occidente, sino que lo mejor es comenzar una nueva política expansionista. El lema de la época es “kyohei fukoku” que significa literalmente “enriquecer el país, fortalecer a los militares”. Y es que otra cosa que el Emperador Meiji tiene clara es que hay que evitar a toda costa que Japón tenga el fin de otros paises colonizados en Asia.
Comienza entonces la industrialización del país que, en unas pocas décadas, convertiría a Japón en toda una potencia económica. A finales del siglo XVIII dan inicio las primeras guerras de expansión (primero la Guerra Sino-Japonesa, seguida por la Guerra ruso-japonesa). También se crea la primera línea de ferrocarril, medio de transporte que cambiaría para siempre al país.
En 1895 Taiwan cae en manos japonesas y Corea hace lo mismo en 1910 (ocupación que duraría hasta 1945 y que se merecería un post único. Spoiler: lo tenemos ¡próximamente en vuestras pantallas!).
Es increíble pensar como, en solo unos 50 años, Japón pasó de ser un estado feudal anclado en la Edad Media a una de las potencias más prometedoras del mundo entero. ¿Te dije que la historia de Japón molaba? Tenía razón, eh… y eso que mucha chicha tiene que llegar!
Periodo Taisho (1912-1926)
A la muerte del emperador Meiji, le sucede el emperador Taisho y da comienzo un nuevo, corto pero movido, periodo de la historia japonesa.
El evento clave es sin duda la participación de Japón en la primera Guerra Mundial. Con el estallido del conflicto, Japón que era aliada de Gran Bretaña desde principios de 1900 no dudó en apoyar a la Triple Entente. Claro está, más allá del apoyo a Gran Bretaña, los japoneses querían demostrar por fin su potencial y, obvio, conseguir algo a cambio (las colonias alemanas en el Pacífico).
Poco a poco Japón se hizo con el control de estas colonias, Tsingtao, las islas Marianas, las Marshal y las Carolinas (también hay que reconocer que los alemanes tenían problemas más urgentes en Europa).
Japón estaban más que satisfecha con su “botín” por lo que, cuando Gran Bretaña les solicitó apoyo naval en el Mediterráneo, decidieron enviar un puñado de destructores, sin involucrarse mucho más. A los ingleses esto les sentó como una cuchillada en pleno corazón y al acabar la guerra, con el tratado de Versalles de 1919, se sirvieron una particular venganza (cosa que, como veremos en el futuro, Japón no olvidó). Más allá de dejarles las colonias alemanas que habían ganado y un asiento en la recién instituida “Sociedad de las Naciones”, no se les concedió nada más. Lo que perseguía Japón era el reconocimiento internacional como potencia, al nivel de Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos, pero seguían siendo ninguneados y tratados de forma injusta.
Al acabar la guerra, la situación político-económica del país estaba francamente mal. A esto se sumó el terrible Gran Terremoto de Kanto del ’23 y el ya citado descontento generalizado del país por no sentirse valorado por las otras grandes potencias mundiales. Y ya sabemos que si algo tienen los japoneses es orgullo. Humillados por Occidente, se creo el caldo de cultivo para una venganza que no tardaría en llegar…
Periodo Showa (1926-1989)
Cuando se proclamo líder, el nuevo emperador Showa (Hiroito) pronunció un discurso basado en proclamas de paz y estabilidad. Pero del dicho al hecho… durante este largo periodo se pasó de una depresión económica a la amenaza del comunismo y a una creciente corriente de nacionalismo. Aunque el hecho que más marcó esta era fue, sin duda, la participación japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
Cuando se habla de Segunda Guerra Mundial, obviamente el escenario principal es Europa, con Alemania combatiendo contra los aliados. Pero no hay que olvidar el gran papel que desempeñó en la contienda el frente del Pacifico. Japón estaba impulsada por una fuerte política expansionista, así que no es de extrañar que en 1937 comenzara la II Guerra Sino Japonesa, en la que los japoneses, que ya controlaban la Manchuria, invadieron parte del norte y este de China.
Hay que recordar que, si bien en la Primera Guerra Mundial los japoneses apoyaron a Gran Bretaña, las relaciones terminaron siendo muy tensas entre los dos países. En este contexto y tras las primeras victorias alemanas, no dudaron en “cambiar de bando” y aliarse con los alemanes y los italianos, en el Pacto del Eje.
En 1940 Japón decide dar un paso más e invadir zonas de la Indochina francesa y holandesa. Pero lo más gordo estaba por llegar: el 7 de diciembre de 1942 Japón sorprendió el mundo entero con un ataque a la base naval de Pearl Harbor. Esta ofensiva fue como un gigante “efecto mariposa” ya que provocó la entrada en la II Guerra Mundial de los Estados Unidos que, hasta aquel momento se habían mantenido en un plano secundario. Hay quien dice que realmente a Roosvelt este ataque le vino de perlas para usarlo como pretexto para entrar en guerra y ganar, por fin, el apoyo de la opinión pública, que prefería mantenerse neutral.
Claro está que este hecho cambiaría la historia de Japón…
En un primer momento, los EE.UU. se enfocaron en el frente del Pacífico, ya que los japoneses no paraban de sumar nuevos territorios. De pronto las cosas comenzaron a cambiar y los americanos se hacen con enclaves estratégicos y a minar el poder japonés. El avance de Japón fue parado definitivamente en la isla de Midway, desde entonces los nipones fueron para abajo. A mediados de 1943 disponían de una flota naval y aérea muy diezmada.
Sin embargo no se rindieron e intentaron mantener, de cualquier forma, el control en los territorios conquistados del Sudeste Asiático y China. En la batalla del Golfo de Leyte (Filipinas) y estando prácticamente vencida, se negaron a sacar la bandera blanca y apuraron al máximo para llegar a un acuerdo de paz, sin ceder demasiados territorios. Como respuesta Estados Unidos comenzó una serie de bombardeos sobre la nación nipona, que fueron el aviso de una futura invasión bélica.
Sin embargo esta invasión nunca llegó a producirse: la decisión final de Truman fue atacar dos ciudades tristemente famosas: Hiroshima y Nagasaki. ¿Cómo? Con dos bombas atómicas. En este post te contamos más sobre este tema.
El 15 de agosto de 1945, unos días después de los ataques atómicos, el Emperador Hiroito anunció la rendición con un discurso a la nación, transmitido por radio (puedes eschucharlo y leerlo aquí). Sin embargo no abdicó, cosa que muchos japoneses no le perdonaron jamás. Es más, recibió inmunidad y no fue juzgado como criminal de guerra jamás.
Las bombas de Hiroshima y Nagasaki dejaron al país tocado y hundido: no solo las perdidas humanas fueron incalculables, sino que el sentimiento nacional sufrió un golpe durísimo. Además, por primera vez en toda su historia, la nación fue ocupada (por los Estados Unidos). Fue por un periodo corto, hasta 1952, fecha en la que Japón volvió a levantar cabeza y a convertirse en estado independiente.
Tras a guerra las cosas mejoraron: con la nueva Constitución de 1947 Japón pasó a ser un estado democrático y la monarquía absoluta fue abolida (aunque la figura del emperador y de su familia se mantendrían como símbolo). A esto hay que sumar un boom económico sin precedentes en la segunda mitad del siglo XX ,que por fin dio al País del Sol Naciente el tanto ansiado reconocimiento internacional.
Periodo Heisei (1989-2019)
En 1989 muere el emperador Hiroito y su hijo, el emperador Akihito le sucede (aunque como vimos anteriormente esta figura ya es prácticamente solo simbólica). Empieza entonces el Periodo Heisei, que quiere decir “logrando la paz”.
Este periodo comienza siendo Japón ni más ni menos que la segunda economía mundial. Sin embargo la década de los ’90 se recuerda como la del colapso de la burbuja inmobiliaria y financiera. La economía se estanca y muchos definen esos años como la “década perdida”.
En 1995 tiene lugar un hecho que aterrorizaría al país entero: el ataque terrorista de gas sarín en el metro de Tokio. El terremoto de Kobe (1995) y el tsunami con la crisis nuclear de Fukushima (2011) son otros eventos catastróficos que se sufrieron durante esta época.
Pero cambiemos a cosas positivas (que también las hay en este periodo de la historia de Japón!), en estos años se vive un florecimiento de nuevos artistas, tanto desde el punto de vista literario (como mi querido Murakami) como del cinematográfico (¿Te suena Miyazaki?). Son también años de videojuegos (aunque Nintendo se funda en 1889 estos son los años de más crecimiento), de animes, del nacimiento de los idols, y de unas recién descubiertas “ligereza y despreocupación” que, en las épocas pasadas ni se contemplaban en una sociedad tan rígida.
Eso sí, no te imagines un un ambiente relajado e inocente pues, si algo caracteriza a los japoneses es que se vuelcan en el trabajo, viven en un mundo competitivo y en la constante búsqueda de la excelencia (ya desde MUY pequeños). Y sí, el país tiene un índice de suicidios bastante alto, aunque contrariamente a lo que muchos piensan NO están en los primeros puestos de este triste listado.
Nosotros siempre decimos lo mismo: viajar a Japón es como aterrizar en un universo paralelo. Este país es tan diferente a todo lo que conocemos que, como amantes de los viajes, tiene un valor incalculable. Aquí te contamos 25 curiosidades de Japón los japoneses.
Periodo Riewa (2019-actualidad)
En el año 2019 el emperador Akihito abdicó a favor de su hijo, el emperador Naruhito. El 2020, que iba a ser el año de los JJ.OO. de Tokio, se ha transformado en el año del Corona Virus que ha dejado el mundo patas arriba. ¿Qué nos depara el futuro? Buena pregunta…
Esperamos que con este (no tan) breve resumen de la historia de Japón puedas haberte acercado un poquito más a este increíble país. Sabemos que muchos episodios merecerían más detalles, pero seguro que esta síntesis te hace entender los puntos clave de su historia.
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16 comentarios en “(NO TAN) BREVE RESUMEN DE LA HISTORIA DE JAPÓN”
Excelente artículo! el día de hoy conocí su página y llevo toda la tarde viendo sus artículos y éste de Japón es impresionante, muy interesante y muy digerible, gracias!
Gracias Fernando!! 😀
Estupendo resumen; muy ilustrativo.
Sólo quisiera haceros una pequeña precisión en un dato muy marginal del artículo: los orígenes de Nintendo se remontan al siglo XiX (1889) y, si nos centramos solo en electrónica y videojuegos, al período Shows (Donkey Kong es de 1980).
Enhorabuena de nuevo y un saludo.
Genial Héctor muchas gracias! Ya está corregido 😉
¡El planeta Japón! Esa es la expresión que quedó marcada en mi vida, como un sello indeleble, desde el 2006 cuando tuve la oportunidad de sacar un curso intensivo sobre la educación en Japón en la Universidad de Tsukuba, gracias al JICA. Los felicito por la forma tan práctica de contar una historia de 15 mil años. Y si hay algo que, en esencia, uno aprende del país del «sol naciente» es que basta la propia palabra y cumplirla para ser digno de confianza (honorabilidad), que la excelencia empieza con uno mismo y en la familia (calidad), que siempre hay una nueva oportunidad («sale el sol») para hacer las cosas bien (perseverancia), que aunque no se tengan grandes recursos naturales, el principal bien de una nación es la persona (riqueza), que es mejor vivir en paz (armonía universal)… Saludos mochileros. Un abrazo desde El Salvador. Manuel Menjívar.
Gracias Manuel! Tienes toda la razón cuando dices lo de planeta Japón! Es un mundo completamente diferente, y termina enganchando! Muy bonito como lo describes, se nota que lo haces con pasión. Un abrazo muy fuerte!
Muchas gracias por este fantástico resumen. Llevo más de tres años estudiando el idioma e interesándome por la cultura de Japón. Si las circunstancias lo permiten, me gustaría ir a Japón el año que viene y no quería hacerlo sin conocer todo lo que me sea posible de la Historia . Vuestro resumen ha sido un comienzo genial y vuestro blog un agradable descubrimiento. Gracias ^_^
Mil gracias Eva! Japón es un mundo aparte, un país único que engancha! De nuestros favoritos! Un abrazo y ojala puedas cumplir tu sueño lo antes posible
Jo tio. Y voy a hablar en forma coloquial xq es mas divertida. Anda q no me he leido articulos de la historia de japon. Y que dificil es hacer un buen resumen. Todos liosos, imposible aclararse de lo importante. Para ponerselo a mis alumnos de la ESO y q SOLO se estudien eso. Ya sabran mas de japon q casi todos, incluidos ellos mismos. Enhorabuena
Muchas gracias Pepe! La historia de un país, sea el que sea, siempre es algo difícil de contener en un único artículo. Pero es que de Japón… uff! Eso sí, resulta apasionante! Un abrazo fuerte
Me acabo de topar con esta web y tengo que decir que es el Japón internacional me atrae más que el nacional, bueno pues has conseguido mezclar las dos de una forma sencilla que ha terminado gustándome, me ha recordado a los resúmenes del instituto, cuando pensaba que Japón «no tenía historia». Enhorabuena. Un saludo. Dani.
Hola Dani! Mil gracias por tu comentario! No sabes cuanto nos alegra saber que estos resúmenes de la historia de los países no se hacen un tostón XD Un abrazo!
fue muy interesante , un articulo perfecto
Gracias!
COMO ABOGADO HE TENIDO CLIENTES JAPONESES Y HE APRENDIDO MUCHO DE ELLOS EN EL TEMA NEGOCIACIÓN. SON GRANDES MAESTROS. HAN PASADO AÑOS DESDE QUE DEJÉ DE EJERCER COMO ABOGADO Y LEÍ ESTA BREVE HISTORIA CON MUCHO INTERÉS. GRACIAS POR EL PLACER QUE ME HAN DADO Y POR HABER PUESTO AL DÍA MI GRAN APRECIO POR LA CULTURA JAPONESA. Y AGREGO QUE ME PARECE QUE LOS JAPONESES QUE HE TRATADO TIENEN UNA EMPATÍA MUY ESPECIAL, QUE LOS HACE MUY AGRADABLES.
GRACIAS DE NUEVO.
Muchas gracias por contar tu experiencia Julio. A nosotros personalmente los japoneses y su cultura nos fascinan. Un abrazo