“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal” -Cesare Pavese-
Todo empezó con nuestro particular big bang viajero que nos llevó a Tailandia y nos cambió la vida. A partir de aquel primer viaje hemos recorrido mucho, tanto que viajar se ha transformado en nuestra vida! En esta pagina vais a encontrar los grandes viajes que hicimos, los que han penetrado en nuestro ADN y nos han transformado en mochilocos sin cura.
En este primer gran viaje de 9 meses por Asia nuestras mochilas nos llevaron a:
Myanmar donde nos hemos enamorado de las sonrisas de su gente aparte de casi morir en el intento de hacer un trekking y de pillar a mi novio con una sanguijela (de las de verdad).
Tailandia donde hemos hecho jumps de una playa a otra y nos hemos quedado sin gasolina en más de una ocasión en las montañas del norte.
Laos entre aventuras en moto y nuestro deporte favorito: el hammaking.
Camboya donde descubrimos nuestro particular paraíso y pedaleamos en la octava maravilla del mundo.
Vietnam celebrando el Tet, olvidándonos una mochila con las cosas importantes, donde nos robaron una moto, donde pasamos mas frío que en los alpes italianos y donde acabamos boquiabiertos en la Bahía de Halong.
Malasia donde vimos ganar a Alonso en el GP, nos maravillamos del verde mas verde nunca visto en Cameron Highlands y nos hicimos amigos de lagartos gigantes en las Islas Perhentian.
Singapur donde vimos al pez-león mas feo del mundo.
Indonesia donde nos enamoramos de una isla con problemas de personalidad y amanecimos en un volcán.
Filipinas donde hicimos el mejor snorkeling del viaje y reconocimos los edificios coloniales de estilo español.
Hong Kong la ciudad de los miles de neones y de Bruce Lee.
China donde entendimos que todo lo que creíamos haber aprendido en los 8 meses anteriores no nos habría ayudado allí, entre una pata de pollo y un pantañal…
Tras volver a ‘casa’ nos dimos cuenta de que lo que comenzó como un año sabático se había transformado en la exigencia de una vida sabática y nos planteamos otro gran cambio: salir a la aventura otra vez…
Recorrimos India, donde un mono intentó a ligarse a Rober, vimos el amanecer más bonito del mundo, hicimos un road-trip por el sur, dormimos en el desierto pero sobre todo donde nos enamoramos del país más loco del mundo.
Nos fuimos a Sri Lanka donde mochileamos por sus ciudades antiguas, nos zambullimos en sus aguas y donde una serpiente casi nos da el susto de nuestra vida.
Y ya para rematar fuimos a mochilear a uno de los lugares más exóticos del Mundo: Maldivas. Aquí, en una islita local perdida de la mano de Dios, aprendimos que hasta el destino más pijo es a prueba de mochileros 🙂
Este segundo gran viaje no acabó allí: tras tantos meses de Asia tuvimos la oportunidad de vivir en las antípodas durante 9 meses…
En Nueva Zelanda viajamos con nuestra furgoneta, hicimos housesitting, limpiamos wateres y nos bañamos en jacuzzis bajo la vía láctea. Fue una de las experiencias más enriquecedoras de nuestras vidas.
Tras 9 meses viviendo con la cabeza abajo, nuestro cuerpo nos pidió regresar a nuestro continente más querido: Asia. Después de unas semanas de relax en Malasia metimos el pie, por primera vez, en Japón.
Aquí, tras haber recorrido Kioto, Koya-San, Osaka, Nara, Hiroshima y Takayama, nos asentamos en Tokio donde gracias a workaway trabajamos a cambio de alojamiento y descubrimos una de las capitales más alucinantes del mundo!
Pero era momento de parar y descubrir lugares más cercanos, países del antiguo continente, así que el siguiente año lo pasamos haciendo viajes cortos por diferentes ciudades europeas. Pero no pudimos quitarnos las ganas de coger la mochila y experimentar nuevas aventuras: así que el siguiente gran viaje fue un recorrido en un Interrail por los Países Balcánicos de dos meses.
Fue un viaje increíble en el que conocimos la otra cara de Europa, la que yace tranquila a la sombra de las grandes potencias, sin importarle demasiado el gran capitalismo sino tratando de que la paz y la calma sea el verdadero estilo de vida.
Sin embargo Asia nos tira mucho, creo que en otra vida teníamos los ojos rasgados y comíamos mucho arroz. Era momento de regresar a nuestros orígenes mochileros, pero esta vez no estaríamos solos: tanto los padres de Lety como los de Rober se nos unieron para re-conocer algunos países como Tailandia, Camboya, Malasia o Indonesia. Y ya que estábamos, nos quedamos unos mesecitos viviendo en Chiang Mai… ¿por qué no?
Regresamos a Andalucia, donde vivimos el tiempo que no estamos viajando, con la idea de que el próximo viaje fuera hacia el otro lado del mundo, qué se yo, México, Argentina, Brasil… pero jamás, repito jamás, pensamos en que nuestra primera aventura en América fuera en Estados Unidos! Y así fue: estuvimos dos meses recorriendo Estados Unidos en uno de los viajes más increíbles que recordamos!
Tras pasar unos meses por Europa y Asia volvimos a pisar Oceania, esta vez en un viaje de 3 meses en la tierra de canguros, quokkas y koalas 🙂
¿Cuál será nuestro próximo destino?