Después de lanzar al cielo nuestra linterna la noche del Loy Krathong cogimos otra tartana de bus que nos condujo por la ruta 1095 a la aldea más hippie de Tailandia, Pai. Un pueblecito con ambiente relajado, aunque quizá algo artificial hecho a medida del turista tipo de Tailandia. Son un par de calles repletas de bares y tiendecitas alternativas, con murales hippies y mensajes de buenrollismo.
→ Aquí te contamos lo mejor que ver y hacer en Pai
Explorar los alrededores también es muy interesante, nosotros lo hicimos, cómo no, a lomos de un petardete de moto que no corría nada y chupaba gasolina como un Ferrari. La primera excursión fue un fracaso total: nunca llegamos a las cuevas que queríamos visitar. Después de una media hora a 20 km/h subiendo una montaña, el depósito empezó a vaciarse, hasta tal punto que al llegar al view point de la cima nos dimos cuenta de que habíamos pasado el umbral crítico, o sea, que con la gasolina que nos quedaba ni podíamos llegar a las cuevas, ni podíamos volver a Pai.
Desesperados fuimos a preguntar a militares, policías, turistas, hasta que al final el hombre de un puesto de comida nos vendió un litro que saco de su propia moto con un tubo, al más puro estilo Mac Gyver, a precio de oro. Para no arriesgarnos demasiado, optamos por volver, y hacer los 15 km de bajada con el motor apagado (otra vez, y es que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra).
La excursión de la tarde fue más productiva, esta vez sí que llenamos el depósito, aunque a la entrada de la gasolinera había un mini huracán que pudimos esquivar acojonados. Al final no era pa tanto, así que con gasolina suficiente y a velocidad constante de 30 km/h visitamos un puente de la II Guerra Mundial, el cañón de Pai que todavía tenemos que entender, y lo mejor las aldeas que pasamos de camino al poblado chino, y las vistas del valle desde lo alto de este, aunque para llegar tuvimos que desmontarnos del petardete, demasiada pendiente para él o demasiados rotis en la cena anterior.
Al volver, casi de noche, nos despiden una mujeres bien majas que vestidas con sus típicos trajes hacían aerobic a ritmo de reggaetón, con un mensaje entre líneas… DAME MÁS GASOLIIIINA (lo juramos!).
Por cierto, hemos conocido la versión asiática de Jack Sparrow, aquí tenéis a JACK SPALLOW:
INFO ÚTIL
¿Como llegar a Pai desde Chiang Mai?
El bus sale desde la estación de Arcade, en Chiang Mai, y cuesta 72 baths por persona el mas barato, el ticket se saca en el mismo bus. Llega al centro de Pai. La estación está a varios km de Chiang Mai, para llegar hasta allí lo hicimos en tuc tuc que nos costo 50 baths. La vuelta sale a las 8 en el mismo bus local, y el billete se saca media hora antes o así.
¿Cómo moverse en Pai?
No es necesario ningún transporte, pero para ver los alrededores es aconsejable alquilar una moto, las cuales cuestan entre 100 y 250 bahts. Asegurarse de que es de las nuevas, es mejor gastar un poco mas para tener una mejor.
Alojamiento. ¿Dónde dormir en Pai?
Nos quedamos en la Guest House «Charlie´s Guest House«, en un bungalow con baño y wifi por 300 Baht la noche. Està enfrente del Seven Eleven.
3 comentarios en “RUTA EN MOTO POR EL NORTE DE TAILANDIA. SEGUNDA ETAPA: PAI, NO WOMAN NO CRY”
ha ha ha!!!!!! bello!!!!!!vengo anch'io con il mio motorino!!!!!!!mille baci mamma
hola, quisiera saber cuantos dias y noches recomiendan en pai?? muchas gracias!!! me voy del 6/12 al 13/01 a bkk y estoy organizando a full con su blog! besos y abrazos, son lo mas!!
Hola! Pai es un pueblo pequeñito, que merece la pena sobre todo el ambientillo de por la noche. Pero en los alrededores hay paisajes muy guapos, y lo mejor es alquilar una moto para recorrerlos. Si este plan te mola, pues 3 noches en Pai pueden estar bien 😉 Un abrazo!