Anochece en una terraza de Marruecos. Un té con menta se enfría en la mesa, mientras la llamada a la oración del muecín empieza a sonar desde lo alto del único minarete de este pequeño pueblo. Las fachadas de adobe se van apagando poco a poco y ya solo queda luz para iluminar el Ksar de Ait Ben Haddou. Para nosotros, un maravilloso espectáculo. Para los chavales que juegan al fútbol descalzos, una tarde de verano más. Así terminó el primero de los días de roadtrip por Marruecos, el que nos llevó desde Marrakech a Ait Ben Haddou, con visita a la Kasbah de Telouet y paso por el bonito Valle de Ounila.
A continuación te contamos las visitas imprescindibles y el recorrido que hicimos.
El día empezó fresco, como todos, pero nos esperarían 35 grados por el camino. Recogimos nuestro coche de alquiler (de aquí en adelante: «datil») y pronto nos metimos en la N9 con sentido sureste, para afrontar el paso de montaña más alto de Marruecos: Tizi n’Tichka, a más de 2.200 metros de altura. A mediados de septiembre por aquí ni siquiera refresca, aunque podemos suponer que en pleno invierno el decorado cambia el color rojo y negro de las montañas desgarradas por un blanco puro. Estamos atravesando la cordillera de montaña más importante de Marruecos, el Atlas, con picos por encima de los 4.000 metros. ¿Qué? Creías que todo era desierto en Marruecos? Ni de coña!
Según ascendemos el panorama va cambiando y la carretera se vuelve más serpenteante. Nada de lo que preocuparse. A los lados van apareciendo puestos destartalados vendiendo dátiles, miel, aceite de argán, geodas y fósiles. Parece mentira pero todo esto, hace unos cuantos millones de años, estaba cubierto por el agua del océano. Lo que hoy podemos observar desde lo alto de este paso de montaña es una vista tremenda del Alto Atlas y sus áridos paisajes.
No seguiríamos mucho por la N9, a pocos kilómetros de coronar tomamos un desvío a la izquierda en dirección a Telouet. Allí nos esperaría una de las kasbahs más bonitas de todo nuestro viaje por Marruecos.
La Kasbah Telouet era el centro del poder del clan Glaoui, una de las familias más poderosas de Marruecos antes de su independencia del protectorado francés. El pasha, o gobernador de estos territorios, consiguió ser una de las figuras más influyentes del país en su época, gracias a las buenas relaciones que tenía con los franceses. Y el centro de este poder era su palacio, su kasbah. Cuando Marruecos consiguió romper la subordinación a Francia, allá por el año 1956, al gran Señor del Atlas se le consideró un traidor, y desde su muerte su kasbah fue abandonada y casi olvidada. Unos años después se decidió restaurar una magnífica sala, con techos y puertas de madera tallada, arcos de yeso llenos de detalles y suelos de baldosas… Y voliá: ya está en los mapas de los turistas 🙂 Lo cierto es que es una pasada!
Para visitar la Kasbah Telouet tendrás que dirigirte al lugar indicado como Parking (en Maps.me) y allí mismo puedes dejar el coche. Camina entonces unos 100 metros por el camino hasta llegar a la entrada. El precio es de 20 dirhams que se pagan allí mismo (solo hay una entrada). Pasarás por un par de patios, y en el último hay que entrar a una torre y subir sus escaleras. En el nivel intermedio, si atraviesas un pasillo blanco, llegarás a la famosa sala. Luego puedes seguir subiendo las escaleras para llegar hasta la azotea, con buenas vistas. En la zona del parking es posible que se te acerque algún guía para prestar sus servicios (50 dirhams), y tratar de convencerte de que tu solo no vas a poder encontrar la sala… Peor en realidad se encuentra muy fácil!
Teníamos la duda de si podríamos seguir por esta carretera secundaria hasta Ait Ben Haddou o si deberíamos deshacer los 11 km hasta el desvío y continuar por la N9. Así que siempre mirábamos al horizonte esperando que el gris del asfalto se convirtiera en marrón de un pista de tierra. Jamás sucedió, y en vez de eso lo que encontramos fue una carretera panorámica de las mejores que recordamos!
La ruta siguió atravesando el Valle del Ounila, que mezcla el rojo intenso del color de la tierra con el verde de los pequeños oasis que nacen donde el río ya no parece río pero todavía permite la vida. Entretanto salpicando las laderas de la montaña unos cuantos pueblos bereberes. Parecen simples poblados abandonados, un puñado de casas irregulares que se mimetizan con su entorno como si no quisieran llamar la atención. Y de repente, entre ellos, sobresalen las ruinas de una antigua kasbah o el minarete de su mezquita. Algunos de estos pueblos son Anmiter, Assaka y su bonita mezquita, Douar o Tamdakhte.
Una visita que te recomendamos, más o menos a mitad del tramo entre Anmiter y Ait Ben Haddou, es un punto panorámico a la derecha, marcado con unas señales más bien improvisadas, desde donde verás el valle bajo tus pies. Allí además te dará la bienvenida un hombrecillo muy majo que te invitará a echar un vistazo a su puesto de baratijas. Si tienes unos cuantos dirhams y quieres comprar algún recuerdo, no vemos lugar mejor.
Tras 5 horas de carretera llegamos a Ait Ben Haddou, dejamos las mochilas en nuestro alojamiento, y salimos a explorar los alrededores de este famoso enclave a los pies del Atlas. Bajamos hasta el cauce del río y desde allí tenemos la primera imagen del magnífico Ksar de Ait Ben Haddou. Dejamos la visita para la mañana del día siguiente, de momento nos apalancamos en una terraza a tomar un té… la comida está de camino.
Aquí te contamos cómo visitar Ait Ben Haddou por libre y con tours organizados desde Marrakech
Distancia y mapa del recorrido
180 km
Dónde dormir en Ait Ben Haddou
Nosotros nos quedamos en el albergue La Baraka, en la misma calle principal del pueblo. Hay varios alojamientos para todos los gustos y bolsillos, desde riads (como el Riad Maktoub) con piscina a sitios más modestos. Nosotros nos encontramos a gusto en este
Dónde comer en Ait Ben Haddou
Cenamos en el Restaurante Valentine (también tiene habitaciones). Comimos como reyes! Tienen menú por 110-120 dirhams con sopa o ensalada marroquí, un principal, té y fruta. Las raciones son enormes y estaba todo realmente bueno. Nos quedamos en la terraza, no está a primera línea del cauce del río, pero se puede ver un bonito atardecer sobre la Kasbah.
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3 comentarios en “Ruta por el Valle de Ounila y visita a la Kasbah de Telouet”
Si duda uno de mis viajes pendientes, espero que el año que viene sea posible, no lo tenemos ni muy lejos, buen trabajo
¡Buenos días!
¿Recomendáis la carretera desde Telouet a Ait Ben Haddou con un SUB tipo Dacia Duster o solo con un vehículo 4×4 ?
Un saludo y muchísimas gracias de antemano,
Andrea
Hola Andrea! Si, está reciente reformada y el panorama es precioso! Se puede hacer con cualquier tipo de coche porque es asfalto. Un abrazo!