HOUSESITTING EN NUEVA ZELANDA: WAIHI

Nuestro primer housesitting fue sencillamente genial. Geniaaal. Geniaaaaaaal! Estuvimos cuidando una casita en las colinas de Waihi desde el 20 de Junio hasta el 18 de Julio. La experiencia fue súper positiva! La verdad es que cuando llegamos a la casa estábamos un poco nervioso: y si los dueños no son majos? Y si las mascotas no nos quieren? Y si la casa no es como la de las fotos y se parece a una casa del terror? O peor aun… y si la casa está encantada?

Sin embargo desde el primer momento tuvimos buenas vibraciones. Los dueños, Sharin y Mario, nos dieron una calurosa bienvenida. Ellos tenían que partir el día siguiente hacia la tierra de Mario, Portugal! Nos invitaron a cenar en un restante indio (no nos dimos cuenta de cuando echábamos de menos la comida india!) y allí conocimos a los padres de Sharin.

Y, cómo no, también conocimos a los dos gatitos -Pedro & Mosca-. Pedro (el gatito rojo) y Mosca (la gatita negra) han sido lo mejor de la experiencia: si al principio estaban timidillos y con cara de “quien son esos dos que hablan tan raro?” poco a poco (bueno a Pedro le bastó un día y una sesión de mimitos) tomaron confianza con nosotros y ya no hubo manera de dormir solos por la noche: Pedro y Mosca eran los dueños de nuestra cama!

Pero no han sido solo ellos nuestros compañeros de aventura: teníamos que cuidar a 5 gallinas. Y como se cuida una gallina? Cuando llegamos no teníamos ni idea! Aunque, por suerte, es súper fácil: solo hay que recoger los huevos, darles de comer y sacarlas al jardín (ah! Y comer los huevos: los más ricos que hemos probado hasta ahora!!).

Era una de nuestras tareas diarias, entre las que también estaba la de cortar la leña para la estufa (bueno, los tacos de leña ya estaban cortados, pero Rober ve un hacha y uno se puede controlar… hombres).

E incluso tuvimos suerte con la casa! Una antigua casa unifamiliar de más de cien años reformada súper chula. Además el enclave  donde estaba era verdaderamente relajante, en mitad de la montaña, sin ningún ruido a nuestro alrededor, solo el viento, los pájaros y claro… las gallinas a las 6 de la mañana tocando los huevos! (nunca mejor dicho).

Varios nos preguntasteis que si el housesitting llega a ser aburrido: pues pasas muchas horas en una casa sin poder hacer “nada”. También depende de la localización y de las atracciones de los alrededores. Pero, sobre todo, se disfruta si no tienes prisa por conocer un país, además te da un descanso si, como nosotros, estás viajando en furgoneta y necesitas una cama, una cocina, una ducha y un techo de verdad. A nosotros nos cundió mucho, este tiempo lo aprovechamos para hacer lo siguiente:

  • Actualizar el blog.
  • Hacer mimitos a Pedro y Mosca.
  • Escribir el libro de Bali.
  • Jugar con Pedro y Mosca.
  • Abrir un blog en italiano.
  • Cocinar platos ricos y comer bien tras un mes viviendo en la furgo.
  • Hacer nuevos planes de viaje.
  • Ir a cenar comida rica y deliciosa a casa de los padres de Sharin, muuuy majetes y buenos cocineros jeje (también conocimos al hermano y a su novia: geniales!).
  • Leer (la casa estaba llena-llena-llena de libros de gastronomías del mundo, una de nuestras
  • pasiones!).
  • Hacer escapaditas hasta el fish&chips chino del pueblo…

Y además aprovechamos para mirar la tele y engancharnos a “My Kitchen Rules” Australia, intentar imitar alguno de los platos, escuchar la radio, pasear, ir al pueblo, probar a hacer amistad con las gallinas, aprender que son suuuper rutinarias, transformarnos en los masajistas personales de Pedro y Mosca, ir a la estación de reciclaje, dar paseos por los alrededores, mirar las estrellas y la vía láctea por las noches, aprender a estar rodeados solo por los arboles y la naturaleza, cocinar tartas de chocolate, disfrutar de la comida al sol, y del ruido de la lluvia desde dentro la cama. Y sobre todo miramos mucho al cielo…

Tras muchos meses de viaje (y que viaje!) desconectar un poco y dejar la mochila tranquilita era lo que necesitábamos: en el housesitting encontramos una nueva forma de viajar, que combinada a la ruta mochilera nos resulta perfecta! Eso sí, el día en que nos fuimos fue un poco drama: en cuanto dejamos la casa sabíamos que íbamos a echar mucho de menos a las dos bolitas de pelo que nos habían dado tanta compañía en el último mes. Y lo huevos de las gallinas también, que cojones!

Y nuestro segundo housesitting? Próximamente os lo contamos!

INFO ÚTIL

Si quieres saber más acerca de qué es el housesitting lee este artículo.

Nosotros usamos varias webs para encontrar casas, pero la que recomendamos es www.trustedhousesitters.com que sirve para todo el mundo. El precio es de 89€, los mejor invertidos de tu viaje! Y si te registras a través de este enlace, tienes un descuento del 20%!

Artículos sobre Housesitting

5 comentarios en “HOUSESITTING EN NUEVA ZELANDA: WAIHI”

  1. very nice 🙂 Thanks for being such great housesitters. Call in and say hi if you are passing. I'm sure the cats would love to say hi again (and get some more smooches) 🙂

  2. zamora rigoberto

    me encanto, a pesar de que ya soy mayor siempre tuve ese espiritu aventurero, voy a intentarlo, con todas las pilas,,,,,, ojala se me de

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