Supongo que cada viajero tiene una ciudad predilecta, aquella por donde hace pasar buena parte de sus viajes casi sin querer. Donde encuentra muchas de las cosas que busca al viajar, donde se encuentra bien. La nuestra es Bangkok, la misma que tantos odian. No nos preguntéis por qué, nosotros no la elegimos. Siempre que tenemos un viaje cerquita lo hacemos coincidir con esta ciudad, y pasamos aquí al menos un par de días, lo justo para quitarnos el mono.
En nuestro último romance con Bangkok no estábamos solos, los padres de Lety nos acompañaron, o más bien nosotros les acompañamos a ellos, y tan felices de mostrar las maravillas de esta ciudad! El romance empezó donde muchos otros terminan: en el aeropuerto. Allí paso Lety una larga noche más mal que bien esperando reencontrarse a la mañana siguiente con alguna gente conocida…
El primero en llegar fue Rober, tras hacer un alto en su viaje y estar casi un mes comiendo croquetas en España, volvió con ganas de más! Pero Lety seguía nerviosa, no había dormido nada, aunque no se le veía cansada. La emoción podía con ella… ¿habrían conseguido sus padres coger el avión correcto en Milán con destino Tailandia? ¿Y la escala en Arabia Saudi? ¿Sabrían rellenar los formularios de entrada a Tailandia, todos escritos en inglés, con los conocimientos aprendidos en el último mes por su padre?…
SI! Allí aparecieron tan panchos en la puerta de salidas número dos, con sus mochilas al hombro como dos nuevos mochileros, dos auténticos mochilocos!
Para ellos era su primera vez asiática, para nosotros nuestra primera vez como guías turísticos. Ellos alucinaban cada momento, nosotros lo hacíamos con ellos. Pasamos en la capital tailandesa los primeros 3 días de sus tres semanas asiáticas, y fue un gran comienzo!
Visitamos el Palacio Real tras superar nuestra primera prueba como turistas…
– «El Palacio abre a la una»
– «¿Cómo puede ser?»
– «Yo os puedo llevar a otros sitios antes y luego os llevo allí»…
Obviamente el Palacio abría, como cada día, a las 9 de la mañana… algunas cosas nunca cambian y los timos siguen presentes. De allí caminamos hasta el templo Wat Pho, con su inmenso buda reclinado. Por el camino comprobamos la pasión que tienen los tailandeses por las estatuillas religiosas en un mercadillo de antigüedades.
Tuvimos tiempo para recorrer las 15 paradas más importantes de ferry en el río Chao Praia, pagando el ticket como locales, y cómo no, como turistas (4 veces más caro!). También lo atravesamos de un extremo a otro para escalar el Wat Arun y contemplar las vistas de la ciudad desde allí. Hay muchos más templos en Bangkok, puedes echar un vistazo aquí.
Probamos como 4 o 5 marcas de cerveza (Chiang, Singha, Tiger, San Miguel…) para acompañar los deliciosos platos tailandeses (más información sobre la comida tailandesa aquí), y claro, algún que otro padthai! Sin olvidarnos del cocodrilo super picante!
Cogimos taxis la mayoría de las veces, y la mayoría de las veces nos tocó un taxista loco, en el buen sentido (como aquel que no paraba de cantar y de reírse, aunque un poco de miedo daba) y en el malo (como aquellos que no ponían el taximetro ni de broma, y si es necesario te dejaban en la primera curva después de montarte).
Algo curioso está ocurriendo en Bangkok con el transporte. Sabíamos de los atascos, pero no tan exagerados como los que nos encontramos esta vez! Además, ¿qué ha pasado con los tuctucs? Ahora son solo para turistas que prefieren pagar más por ir tragando humo y sin aire acondicionado… Aunque si viajas solo tienes una muy buena alternativa… los mototaxis! Otra novedad para nosotros! Los dejaremos para la próxima vez.
Lo que no dejamos para siguientes veces fue pasarnos por Rambuttri y Khao San, donde casi todos los puestos de padthai y fruta han dejado paso a los de kebabs, pizzas e insectos (estos más que para vender son para pagar por fotografiarlos).
Duros días, muuuuuy duros. Así que nos dimos un caprichito, que para eso están aquí los señores Cassetta/Bez, y nos permitimos un hotelito con piscina, venga ahí!
La aventura siguió pasando por los templos de Angkor, en Camboya, pero esto lo dejamos para otro episodio.
Si estás interesado en hacer un viaje a Bangkok puedes echar un vistazo a nuestra «Guia de Bangkok para mochileros».
2 comentarios en “REENCUENTROS EN (CON) BANGKOK”
grazie grazie grazie……………..bellissimi momenti!!!!!!!!!!!!!!! tutto bello……………tranne le pantegane!!!!!!!!!!!!!! ha ha …………………super bacio
Qué mítico es el Rambuttri!! Parece de lujo y todo!